Mha: Aprendiendo a vivir con solo uno de vida

Ya ha pasado un tiempo desde que me jodí el cuerpo. Desde ese entonces estuve intentando convencer a mis padres que me dejen estudiar en una escuela como el resto de niños, ellos al principio se negaron con el hecho de que de me podía lastimar con facilidad hay, no fue si no después de mucho ruego y promesas que me metieron en un kínder, para mi era normal dado a que tenia que pasar por esta pequeña cárcel infernal llamada kínder antes de empezar estudiar en los primeros grados.

 ¿Y porque convencí a mis padres para que me metieran en un kínder en vez de tener clases privadas?. Fácil, odio estudiar en casa, y no me gustan recibir lecciones privadas, sobre todo si se trata de un incompetente o un tipo super estricto, y me gusta dormir, así que tener que aguantar a las mismas personas durante mas de 10 años simplemente para poder entrar a una preparatoria y después a una universidad de manera "normal".

pues para mi es suficiente con eso, ya luego veré si me arrepiento o no // Por favor autor sama, no me hagas sufriiiir//.

y hay me veían, al frente de una puerta donde se podía escuchar un montón de niños jugar entre si, mirando hacia al frente mientras rezaba a los dioses que no me arrepintiera de mi decisión después, parpadeando vi como la puerta se abría y una profesora de no mas de 30 años me miraba con una sonrisa mientras me decía que pasara.

Al entrar, no pude evitar ver a un montón de niños sentando, prestándome atención como si yo fuera un bombillo, no pude evitar estar un poco nervioso, pero me tranquilice rápidamente antes de mirar entre la multitud de infantes para ver si mis plegarias fueron escuchadas, pero para mi mala suerte //y tortura del puto autor// no solo vi una cabellera pelicenizo, si no también a otra cerca de el casi idénticos, adjunto a esto también había una cabellera peli verde.

al observar esto no pude resistir antes las ganas de arrepentirme de mi decisión, junto de salir corriendo de este sitio, no solo me toco con el maldito musulmán, si no que me toco en un mundo donde estaba su contraparte mas famosa, katsumi, lo único que podría traer esto es sufrimiento.

la profesora me hizo una seña para presentarme, asentí rápido antes de voltearme hacia la multitud de niños, con una sonrisa falsa me presente ante todos, dando solo mi nombre y mi quirk.

al terminar la profesora me dejo sentarme y me dirigí a a parte de atrás, sentándome mientras la profesora explicaba algo, pero antes de prestarle atención decidí apagar mi mente y dejar que este día pase rápido.

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ya era hora del descanso y me senté a un lado aislado para no tener que lidiar con nadie, al fin de cuentas, ahora sabia que tenia que aguantar dos musulmanes explosivos que seguro al enterarse de mi condición me fastidiarían igual o mas que el excuckeado, dejando eso de lado cerre mis ojos para dormir un rato.

pero para mi molestia los dos reyes de roma se pararon al frente mio, mirandome con sonrisas confiadas, yo los ignore para evitar un enfrentamiento, pero uno de los dos tenia que hacer de las suyas ¿no?.

"oye huesudo, seguro que tu quirk no es la gran cosa, solo invocar huesos, que quirk mas estúpido" dijo el musulmán con su actitud de mierda, a su lado su hermanita se reía mientras me miraba con un poco de desprecio.

"su quirk es muy escalofriante no lo crees kacc-chan, su quirk parece el de un villano" dijo la musulmana mientras veía a bakugou, que le devolvió la mirada con una sonrisa.

"tienes razón, que tal si jugamos un juego, nosotros somos los héroes y tu el villano, que te parece".

antes de que siquiera siguiera hablando abrí mis ojos que ahora estaban vacíos, como si solo la oscuridad estuviera en las cuencas de mis ojos, al girar la cabeza le di una respuesta clara, "NO, ahora déjenme dormir".

al verme ambos se asustaron un poco y se alejaron, sin querer seguir viéndome a los ojos, después seguí durmiendo y mi día siguió normal, sin tantas molestias de parte de ambos.